
Las primeras flores de primavera son un verdadero espectáculo para los sentidos.
Después de un largo invierno, la naturaleza despierta lentamente, y las primeras flores de exterior, comienzan a salir tímidamente a la luz.
Los Ranúnculos
son flores elegantes y delicadas, conocidas por sus pétalos suaves y densos que se agrupan en una especie de pompones coloreados, adornando los espacios con su belleza y sofisticación, y aunque requieren cuidados especiales en cuantoa riego y exposición al sol, su belleza hace que valga la pena
el esfuerzo.

Bellis perennis,
es una flor pequeña, pero llena
de encanto. Crece en praderas y jardines, siempre buscando la luz del sol. Su resistencia y facilidad de cultivo la hacen ideal para jardines que deseen un toque natural y delicado.
La Gazania
es una flor vibrante que ilumina cualquier rincón con sus colores cálidos y deslumbrantes. Sus pétalos, las sus flores, se abren con el sol y se cierran por la noche, siguiendo el ritmo de la luz.

Las Prímulas,
con sus tonos suaves de rosa y violeta, llenan los jardines de una frescura renovada. Éstas flores no sólo alegran la vista, sino que también llenan el aire de aromas suaves y dulces, marcando el inicio de una nueva temporada llena de vida y esperanza.
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